A finales de los años 70, se dejó atrás la escueta bodega de origen en el centro de Arnedo, y trasladándose a las afueras, se construyeron nuevas instalaciones y una nave con capacidad para 4.000 barricas. Nacieron así las Bodegas Faustino Rivero Ulecia.

A comienzos de la década del 2000 la familia decide dar un salto de categoría e impulsar un nuevo proyecto basado en la calidad más exigente.

Cerca de Mendavia, entre la fértil vega del río Ebro y la Sierra de Codés se levanta en forma de “Atrio” esta bodega, donde las viñas garantizan una suprema calidad de la uva.

Esta bodega se levanta con la convicción de crear en un entorno único entre viñas y montañas, unos vinos singulares con etiqueta Marqués del Atrio bajo la Denominación de Origen Calificada Rioja.

Unas instalaciones de última generación y con la tecnología más avanzada para elaborar vinos de alta calidad.